martes, 7 de abril de 2015
Obsesiones (2 de marzo 2015)
Entonces el rehusarme a mis obsesiones es una afronta a mis afectos desligados. Mi componente emocional se separa de la idea con la cual estaba asociada originalmente; mi yo no lo soportó y se desplaza a otra idea que se hace causa, acción compulsiva, o sea una obsesión.
Mom (31 de marzo 2015)
"... yo pude hacerlo , lo hice, pero no tenía otras razones (sobre los motivos, deseos y equívocos de aventuras miles) . Tú tienes mucho. Esto, mi amor, es como las frutas, las flores , primero, se antojan, quisieras comerlas , después se pudren, se agusanan ; las flores son hermosas al inicio, encantadoras, después mueren , huelen mal, se pudren. Llega un momento que eso se acaba, y después te das cuenta que te quedaste sin nada, sin razones... Hazlo hijo."
MI Jefa, sobre las enseñanzas que van más allá de Don Juan
martes, 31 de marzo de 2015
Notidisparates
Lo único rescatable del largometraje “Chapiee” del mismo director de la gran película de contenido de guetos, in-tolerancia y de experimentación-desplazamiento en el otro “Sector 9”, es recordar algo tan básico que es yuxtapuesto en lo milagroso. Ese milagro es la condición misma de ser humano a obviedad o medio –llevado de manera inadecuada en la Inteligencia artificial- ; el resto del filme es prescindir de la misma fórmula, hasta de la localidad (Johannesburgo), a única variación la máquina por el alien, luego, pan con lo mismo…mi agitación vino en una escena irrelevante en donde la EMOCIÓN-CAPACIDAD DE ASOMBRO como primer acto primigenio me conmovió a la par de extasiarme de ser un ser- humano (o ésto es efecto de mi crisis de edad o es efecto de volver a lo básico para entender el resto, o de la desesperanza paupérrima que vivimos actualmente, o de análisis forzados…).
Mi comodín frecuente en tertulias en esta semana que murió fue el del siniestro aéreo de Germanwings, me hice de una teoría, una idea que se ve empujada por la desconfianza de lo informado, por la paranoia como combustible colectivo e individual, ajá y hasta por postura de “profesional” de esos menesteres. Y va de esto: no supongo, confirmo que cualquier aerolínea de renombre se encuentra regida por fuertes filtros de seguridad y calidad tanto para sus aeronaves y para quienes desarrollan algún tipo de actividad en éstas (desde la limpieza, la atención al pasajero, quienes les pilotean, mecánicos, etc.); no me alejo de nuestro permanente error humano, el equívoco, y como muchos casos lo registran, la mayor parte de estos accidentes responden sin duda al descuido, la distracción y la sobreconfianza humana. Ahora bien, desde una perspectiva clínica la depresión tiene como rasgo particular el ausentismo con lo otro, con los otros y al final consigo mismo , en el caso de que la depresión se volcase a una idea o acción suicida como generalidad, el daño físico responde al daño del constructor de la incidencia, es decir el depresivo-suicida. La elaboración, forma y ejecución regularmente compenetra al espacio individual, es decir, el daño a priori ubica un espacio en el que de manera más que consciente desplaza al resto –la comunidad- determinándose de esa forma la llamada soledad por angustia. Considerando que el suicida recurriera –esto sí inconscientemente- al espacio público es motivo de simbolizar su muerte, ya sea por motivos del espacio elegido (espacio-identidad) o por perpetuarse en dicho lugar (inmolación por ejemplo); el instrumento o arma se instaura así mismo en la significación de la muerte por mano propia, siendo éste un equivalente del desprecio, el masoquismo y la postergación o la acotación del dolor del suicida. El suicida “sacrifica” su propia vida buscando la liberación de su tensión, en remotos casos habría un daño colateral como resultado, entendiéndolo en el estricto sentido de un daño físico a los otros, especificando, el posible daño otorgado tiene otro cause, a nivel emocional, traumático, financiero o del ausentismo del ser suicida con sus seres queridos, quienes lo apreciaban, quienes le echaran de menos por no poder reclamarle los adeudos de afecto, sus irresponsabilidades y responsabilidades. Si la correspondencia de desprenderse del acto de vivir solicita de la muerte de otros tendría que pensarse no específicamente en la depresión; si extendemos la idea-intención esto nos lleva a otros terrenos, los terrenos mismos del fundamentalismo, en donde el ejecutor es el “arma” misma para dar sentido, realismo exacerbado a un tipo de ideología o creencia (terrorismo). Sí el sujeto se sacrifica no por liberarse de algún tipo de angustia, preocupación, hartazgo o tensión, lo hace por una sociopatía influida por algo que le dio sentido a su vida, haciéndole creer que su existencia tenía un motivo (se ahorran la filosofía individual del estar y del hacer, no resta decir que es una introspección facilona). Por último, si hablamos del factor sociópata, no podemos ahuyentar otra condición humana que se polariza ante la depresión, el narcisismo ¿Qué tal si nuestro piloto saltó de su infravaloración a una sobrevaloración que lo estrelló en una conducta maníaca de desprecio a todo convirtiéndose en una consumación de legitimación sádica? Quizá.
Pastillas efectivas de cianuro para la declaración de Peña Nieto al referir que Julión -qué nombre, no cabe duda que nuestra actual situación evidencia el humor no como algo de índole reflexivo sino presto a la mera mofa que se toma en serio- Álvarez es un ejemplo para la juventud mexicana. Considero no amablemente que el señor limitaciones presidenciables debe asumir a la juventud mexicana como la juventud en éxtasis de otra broma de mal gusto llamada Carlos Cuauhtémoc Sánchez.
Fin de catarsis.
martes, 25 de noviembre de 2014
Solaris según Nolan (Interestelar)
Se dice que el cine es la realización de un sueño, es
aquello que percibes con un deseo enorme, deseas que todo lo que pasa en esas
imágenes en movimiento fuera real, alcanzable. Te trastoca y juega todas las
emociones, te evoca sentimientos varios, la mayoría de estos podríamos decir (en generalización: el miedo, la violencia, el coraje y el
amor); comparto sin duda esa idea, qué decir si esos sueños, esas imaginerías
te explican –sin absolutos- los motivos de la vida. Partiendo de ello, existe en nuestros tiempos
un director que hace de esto una “realidad”, me refiero al señor Cristopher Nolan y todo su
grandioso equipo de trabajo, mención aparte la colaboración de su hermano Jonathan Nolan en la guionización de todas sus
películas, me encanta decir que de
profesión éste es psicólogo; en esas historias es evidente e increíblemente bien
planteada dicha labor, porque da cabida a romper en lo planteado, del poder
realizar y consumar que las incertidumbres se hagan realidades fílmicas, y ante
todo, muy humanas (en eso estriba la
psicología, en lo irrealizable y no en lo condicionado). La filmografía de
Nolan se caracteriza por pronunciar en una a una de sus películas la
complejidad del ser humano, la complejidad de sus fantasías, de llaves que
abren las puertas de lo oculto, de la magia y la ciencia como fusión para
entender a las cada vez más complejas y desorganizadas sociedades, revisadas
éstas en distintos tiempos, realidades y ahora en mundos, astronómicamente hablando.
Sus personajes , y sin duda, sus protagonistas son individuos que viven
atormentados ya sea por superar a un rival en la noble laboral de crear
ilusiones; en hombres descompuestos en su reloj biológico y obsesionados en
atrapar a un asesino que les permitirán eximir culpas; del origen mismo del mito de los héroes, una
tragedia, el doloroso y necesario camino del héroe y la fuerte necesidad de su
presencia en todos; en el saber que lo más valioso en el mundo es una
idea, un pensamiento que es blindado en las profundidades del inconsciente, en
los sueños, la –imperfecta- arquitectura del sueño.
La premisa de interestelar parte y finaliza en la relación
afectiva entre una hija y su padre, todo esto contextualizado en un planeta que le queda poco tiempo de vida (la hambruna
no es cosa de continentes), en donde las tecnologías dominantes ahora sólo
pasean, vuelan por terrenos infértiles.
De la relación dicha, un padre que tiene sueños recurrentes en donde el
desenlace es el estrellarse, lo inoperable de una nave que con el transcurso de
la película –desde la analogía- nos permite entender que el conocimiento en
ocasiones, o regularmente es condicionado por los intereses, y las necesidades,
que en el caso de la película queda al descubierto sin incurrir en tramas
políticas o gubernamentales; la necesidad propiamente empuja a los personajes a
estrellarse frecuentemente para entender los motivos de la existencia, el
afecto y la ciencia como interlocutor de la colonización no de otros mundos,
sino de la multidimensionalidad de los pensamientos.
Entre los muchos aciertos del filme, está precisamente esa
narrativa que no desestima en ningún momento el discurso científico, y miren
que esto es un reto no correspondiente sólo a las películas de ciencia ficción,
sino en cualquier producto que incluya o deseé versar sobre el tema. La
relatividad del tiempo, el viaje interestelar, las teorías sobre los agujeros negros son
tratados de tal manera que se convierten en un componente, un protagonista –no secundario-
más de la historia. El desprendimiento es otro de los temas, que
desprendimiento más agravante que el de separarse de lo que más amas, una hija, el mundo mismo;
internarte en un mundo oscuro que del otro lado tendrá más preguntas que
respuestas. Porque precisamente el pragmatismo ha sido una de los rasgos
particulares de Nolan, la función del cuestionamiento en donde este director
desplaza a la palabra para explicarnos por medio del simbolismo, sea puesto
éste en el color (la fotografía), en la frialdad y el encierro de una nave
compartida por apenas cuatro tripulantes y un robot (me recuerda a aquellos
primeros e inmensos procesadores de información o a los martillos andantes de
The Wall) al que puedes regularle el humor, la ironía ante la vida de sus
creadores (eso me recuerda el presente). La “armonía” de los mundos a
conquistar serán motivo subyacente de más símbolos: un mundo acuático (inundado),
un mundo frío (congelado) y un mundo de piedra (rígido), el cuarto mundo es el
elemento que parece ser el mensaje de Nolan, el amor, el cual se entrelaza en
los sistemas biológicos y artificiales, en las teorías, en las leyes que
dominan el universo.
Porque a veces podemos explicar el mundo y la vida magistralmente,
y otras tantas ocasiones nos reducimos a la imposibilidad de sólo contemplarlo,
en el polvo que gravita, que trata de decirnos algo que seguimos sin
comprender, entender.
domingo, 17 de agosto de 2014
¿Por qué soñé eso?
Me dice mi
sobrina al oído esperando que su abuela no la escuche.
-Tío soñé
con la muñeca esa que puso ahí mi abuela, y te quiero contar.
En efecto
ahí estaba la muñeca en un juguetero. Esa muñeca se la regalé a mi mamá hace
muchos años, ¿su cumpleaños?, un día de
las madres tal vez; de no verla de nueva cuenta no la hubiera recordado, aunque
ahora es seguro que no la olvidaré.
Le dije a mi
sobrina que me contara, me emocioné. Reconocía que había sido tan extraño en
ella ese sueño, el ver la muñeca lo hizo más grave para su entendimiento, del
mío igual, eso precisamente me emocionó más. Ella simplemente necesitaba saber
qué fue lo que pasó. Le agradezco mucho que me lo haya contado, conocer el
inconsciente en los primeros años de revelación en una niña, en mi sobrina, es
invaluable, único. Le escuché.
-Soñé que
estaba en un cuarto, no era el de la casa anterior, ni éste, ni donde vivo con
mi mamá, no lo conocía. Estaba pintado
todo de color blanco, y la muñeca me veía…
-¿Había
muebles, objetos que reconocieras? ¿Sólo estabas con ella, no había nadie más?-
Le interrumpí y pregunté muy inquieto. Comenzaba a contagiarme de su sensación,
de su sentir.
-No había
cosas, nada. Nosotras nada más. Y
comenzó a caminar hacia la puerta. Al llegar a la puerta me volteó a ver y me
sonrió, se fue. Después el cuarto se comenzaba a poner de color verde y mi mamá
llegó, luego me desperté.
Ambos
entramos en un breve silencio.
-¿Por qué
soñé eso tío? -No dejaba de ver la muñeca y me pidió que mejor ya no habláramos
de esto. La abracé y le dije que no se
preocupara, que averiguaríamos por qué soñó eso. Le di un beso y a continuación
fotografié la muñeca.
Al final le
pregunté si le gustaría que lo escribiera, dudó. Respondió dándome su
autorización.
Aquí está
Layla.
miércoles, 13 de agosto de 2014
El resumen de nuestros muros
El mundo repudia a Israel, muchos han decidido cambiar su actitud ante la extraña y dolorosa vida (la arrolladora y Coelho contribuyen), las coca colas personalizadas (aquí contribuyen todos en el quehacer de detractar o amar), comprar, el alargador de huesos para corregir y dirigir el encantador morbo, vídeo de un robo, el senado aprueba y las pruebas son ignoradas (lo tiene enfrente y no lo está viendo, o el ya clásico “estás viendo –México- y no ves”, se busca, se adopta, se ofrecerá recompensa, el desaparecido, la aparecida que pide números telefónicos dado que perdió su celular (Inbox eh?), la baja de más alto rango desde Afganistán, reseñas, viejas glorias de nuestros anhelos gloriosos, La Jornada, Feliz cumpleaños, te quiero mucho, Nop, Sip, Wiiii, Argh, Sssssssss, XD , secuestran y torturan a una doctora del DIF en Michoacán por no lograr un parto, fulano actualizó su foto de perfil (¿otra selfie Jua…?), soy un ciudadano honesto, vídeo sexoso, padre de familia preocupado por las necesidades de mi estado… senador, diputado mentiroso un millón de veces, vídeo chusco, a sultana le gusta la foto de mengano, Honda Fit 2015, Marion Cotillard, antojos, problemas de insomnio, con el mundo mismo, fotos rucas palabras cuscas, homenajes, vídeo musical, ídolos, citas, citas que no se deberían citar, concretar, inconformidad, poesía buena y mala, opiniones buenas y malas, regulares los rostros del caníbal, Charlie Parker, los atletas al hotel y los centroamericanos a los clavados, Trailer, narco, Músicos en ruta, pleito legal la selfie de un mono, la mayoría parece que se quiere ir a la chingada y otros seguir en ella, fulanita compartió otras más, Aristegui Noticias, ¡Thor #16 a la venta ya!, motivación, más motivación, buenos días, buenos deseos, Motorola, motorolos, las prohibiciones de Rusia, nuestras prohibiciones, nuestras pasiones, nuestras sombras, nuestras vidas, nuestro espacio, nuestros vicios, nuestro narcisismo, nuestros miedos, nuestro voyerismo, nuestros gustos, nuestra conciencia, nuestro tiempo, cuánto tiempo…
martes, 15 de julio de 2014
Cosas
Sé que tengo que hacer muchas cosas, esa misma presión me
hace pensar a detalle en cada una de estas cosas, después llego a la desesperación
de darle resolución a cada una de estas
cosas. Jerarquizar por relevancia, menester inmediato, mas resulta que en esos menesteres hay más cosas que hacer.
Vuelvo a pensarlas, reacomodarlas, son tantas como los pensamientos de toda una
vida, la mía para el caso. Entro entonces en una disyuntiva: resolver tales
cosas se vuelve el propósito o, hay la opción de desprenderse de tales cosas,
olvidarlas sin olvidarlas, es decir la regulación de la preocupación, de que
tales cosas volverán en formas, en episodios, en sucesos que yo seguiré
asociando a esas cosas que juraba haber olvidado, de las que juraba ya no
haberme preocupado.
Y entonces esas cosas me vuelven preso de planes para
hallarlas o encontrarles respuesta-solución; encontrar en las cosas es motivo
corriente de la condición humana, dar sentido a una cosa, a una epifanía que,
para otros es simple naturaleza de la realidad, casualidad. Entonces me dedico
entre recesos de la resolución de las cosas a ver, a husmear las cosas de los otros, de sus mundos, de sus
gustos, de sus miedos, de su similitud
en mí para acomodarse en otras cosas, así olvidando las propias hasta que el
sol cae.
Y en cosa de segundos me hallo escribiendo de tales cosas,
pensándolas pero condensándolas, resolviéndolas sin presiones, recordándolas
sin aprensión. Noto hasta este momento que me engaño, no puedo dejar de pensar
en el sinfín de cosas que me atan a este planeta de cosas; en donde las cosas
son antes que uno, en donde las acciones de dichas cosas son inseparables del
actuar de todos. En resumen, me parece que las cosas deben seguir su curso,
hasta perder su brío, su angustia, su gusto por vernos a nosotros como la cosa
que responderá -de millones- de formas a
las circunstancias otorgadas por ellas, las cosas. Nosotros en tanto (creo)
podemos dejar de pensarlas con el riesgo –comprado- de no existir, de volver a
la “paz” de una “conciencia cero”. La cosa sería cómo reiniciar esta nueva
etapa que, de entre tantas reformulaciones parece partir y finalizar en los
mismos hechos, los mismos escenarios, las mismas cosas.
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