Tiempo

El tiempo es mi mejor amigo y mi peor enemigo. El tiempo ambiguo del esquizofrénico, el tiempo que fumas, el tiempo que soñamos, el tiempo viajado, el tiempo obsesivo felizmente vivido por un servidor y otros más; el tiempo otorga el valor… valor para hablar de comics, de ideas, de “absurdos delirantes”, de parodia, de cine, de intentos, de música, del fin del mundo, de playas vírgenes ochenteras suicidas. En fin, el tiempo es quien definirá este rollo que hoy mismo inicia e incita a la banda a que lo visite, lo juzgue, lo ame, lo odie o las dos cosas. La pertenencia digital me quitaba el sueño.

martes, 4 de mayo de 2010

Entrevista mágico alquímica misteriosa Sr. Moore (parte 7) Final.

Creo que hasta cierto grado, hay una conexión íntima entre la magia y la consciencia. Habiendo tenido estas experiencias con la magia -o las cosas que creo que han sido experiencias-, el mejor modelo que se me ocurre respecto a la consciencia es que la consciencia es una forma del espacio. Hay una cita de la Revista Británica de Estudios de la Consciencia que parecía tomar una idea parecida: hablaba sobre algo llamado espacio qualla, pero parecía que estuviera hablando sobre algo de forma más ámplia. Decían que este espacio qualla era un espacio en el que se podía decir que tenían lugar los sucesos mentales, que es en gran medida lo que quiero decir con el concepto de "espacio" aplicado a las ideas.


Y bueno, para mí, sí, la consciencia es un espacio del que la mayor parte de nosotros ocupamos una parte muy estrecha... la mayor parte de nosotros no sale nunca del salón. Tenemos nuestro pequeño espacio privado individual en nuestra cabeza, tal y como tenemos una casa como un espacio físico privado. Pero la mayor parte de nosotros nunca salimos al aire libre. Permanecemos dentro de nuestra identidad propia. Sin embargo, la gente que es creativa, o que está buscando espíritus de uno u otro tipo, tiene que profundizar. Quiero decir, la mayor parte de la gente realmente no necesita nuevas ideas como parte de su rutina cotidiana, dependiendo de su tipo de trabajo o del tipo de persona que son. Es probable que las mismas ideas que tenían ayer funcionen hoy. Si eres un creador, o un científico, o cualquier tipo de persona que crea cosas, entonces tienes que mirar más en profundidad. Tienes que viajar más lejos, encontrar ideas que nadie ha encontrado antes. Ideas más raras. Y me impresiona que desde el amanecer de los tiempos, la humanidad ha sido casi consciente de esto de alguna forma. Cuando hablamos sobre consciencia, siempre lo hacemos con metáforas espaciales. Hablamos con bastante naturalidad sobre que las cosas están "en" nuestra mente, o "detrás" de nuestra mente, o "delante" de nuestra mente. Quiero decir [ríe], ¡no hay nada que tenga una parte de arriba, ni delante o detrás!


[Nota del Traductor: Aquí Alan Moore se despacha con alguna expresión más, que como "delante" y "detrás", sólo tiene sentido en la lengua inglesa. Lo cual deja un poco desnudo el argumento que intenta defender, el que se trate de algo que nos surge de forma natural, el hablar de la mente mediante metáforas espaciales.]


...Todo esto es espacial. No hay dentro, ni fuera, ni delante ni detrás [Nota del Traductor: "dentro" y "fuera" respecto a la mente implican cordura o locura en inglés]. Pero hablamos con metáforas espaciales de forma natural. Creo también que desde nuestras primeras épocas, hemos desarrollado un repertorio de técnicas que nos permitirían movernos más profundamente, interactuar más profundamente, con este espacio abstracto. Danza. Meditación. Ayuno. Flagelación. Drogas. Cualquier cosa que lleve a la mente humana a un extremo que se encuentre más allá de sus parámetros habituales. Técnicas que se me han ocurrido, o que he cogido de otra gente. Estamos hablando sobre la creatividad, y toda creatividad se encuentra en esa especie de reino del inframundo.


Otra forma de ver esto es decir que cada ser humano tiene su ventana al mundo, la ventana de sus sentidos. Tienes tu mente y tus sentidos. Tus percepciones. Esa es tu ventana al mundo. Ahora, mirando por la ventana de nuestras habitaciones y nuestras casas, no podemos ver al completo la realidad que hay fuera. Podemos ver las casas que hay a lo largo de la calle, un poco de cielo por encima, lo que sea. Entendemos que hay un mundo mucho más ámplio ahí fuera, pero sólo podemos ver esta pequeña parte de él. Ahora bien, usando esta ventana metafórica, el mago está intentando, quizá, cambiar el ángulo de elevación de la ventana. O ensancharlo. En cualquier caso, cambiar lo que puede verse a través de esa ventana. Bajo voluntad. Está intentando inclinar la ventana para que pueda verse reinos superiores, o inferiores. Eso es un hechicero. Lo que le ha sucedido a alguien que está loco es que se le ha roto la ventana. Con lo que ambos tienen la misma inundación de percepciones, sólo que el mago tiene una estructura para encajar estas percepciones. El mago tiene un pequeño sistema para archivar las cosas llamado "Magia" con el que puede poner todas estas cosas en cajones, sin que supongan una inundación. El esquizofrénico tiene gatos con rostros humanos que le hablan y figuras extrañas flotando por la habitación, y voces en su cabeza, y no tiene ni idea de dónde vienen. Esa es la diferencia entre la locura y la magia.


Ahora bien, hasta cierto punto, por su propia definición la magia tiene que ser de algún modo transracional. Tienes que ir más allá de lo racional para dar tu primer paso con la magia. Con lo que ambos mago y loco están hablando sobre el mismo territorio. Tienes que estar loco para ser un mago, pero tienes que estar loco de forma controlada. Tienes que estar... loco, deliberadamente. ¡No es nada bueno volverse loco por accidente! Para entonces será demasiado tarde. Vuelvete loco, de forma controlada, y podrías encontrar que estás llegando a alguna parte. [risas]


Arthur: Más allá del salón, como dijiste.


Tengo una buena racha con esto, y [ríe entre dientes] creo que sé por qué. El Ego es una cosa que tiende a volver insensatos a un montón de magos. Probablemente será mi propia perdición. De hecho, échale un vistazo el historial de quienes te precedieron. Obviamente, hay ciertos gajes del oficio a los que debes prestar atención como mago: tienden a morir locos, empobrecidos, en llamas, o los tres a la vez. Ocasionalmente, encuentras a alguien como Jack Parsons capaz de controlar al menos dos de esas tres cosas. [risas]


Arthur: Genial. Bueno Alan, y ahora la pregunta realmente importante: ¿qué demonios es esa especie de puño americano, esos anillos en los nudillos?


Mi novia Melinda Gebbie, ella me trajo una pieza maravillosa de armadura articulada para el dedo. Parecía un objeto maravilloso, pero totalmente estúpido por sí sólo. Parecía como si me hubiera dañado el dedo y tuviera algún tipo de prótesis. Así que tuve que rellenar el resto de los dedos. Se convirtió en una obsesión. Probablemente se trata del dramatismo gótico de un hombre en una etapa madura de la vida. Llegada cierta edad en la vida, encuentro que compensa desviar la atención de tu cara. [risas] Me gusta el aspecto que tienen, y también, nadie se mete contigo. (Aunque tampoco es que lo hicieran). Mis manos son armas registradas. Pesan un poco bastante. Todo ese metal, creo que está haciendo mis brazos más largos... [ríe entre dientes]. Así que, si quieres imagina... en los adoquinados callejones de Northampton, mientras se asienta el crepúsculo, imagíname trotando por el callejón con mis nudillos de metal arañando los adoquines y arrojando al cielo chispas en envolturas brillantes y cortadas. Una imágen escalofriante...


(Originalmente publicado Arthur. No. 4/May 2003)
Nota: Gracias a Caballero Locura Sinhué por rolar esta entrevista.

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