Tiempo

El tiempo es mi mejor amigo y mi peor enemigo. El tiempo ambiguo del esquizofrénico, el tiempo que fumas, el tiempo que soñamos, el tiempo viajado, el tiempo obsesivo felizmente vivido por un servidor y otros más; el tiempo otorga el valor… valor para hablar de comics, de ideas, de “absurdos delirantes”, de parodia, de cine, de intentos, de música, del fin del mundo, de playas vírgenes ochenteras suicidas. En fin, el tiempo es quien definirá este rollo que hoy mismo inicia e incita a la banda a que lo visite, lo juzgue, lo ame, lo odie o las dos cosas. La pertenencia digital me quitaba el sueño.

martes, 13 de julio de 2010

Inesperado


A veces el patio resulta goyesco: el sí pronuncian y la mano alargan al primero que llega: que viene el coco: tal para cual: nadie se conoce: qué sacrificio: allá va eso: linda maestra: sopla: subir y bajar: no grites, tonta/ Y es que todas partes incubos horrísonos se persiguen y se golpean entre sí haciendo muecas inesperadas. Y la necesidad de fumar, un deseo neurótico: el ansia enfrentada a una prohibición reglamentaría. También las castigadas aferrándose al piso como para impedir su caída en el infierno: aguijoneadas con preguntas e insultos de curiosas que rechinan los dientes; una de ellas (ahora) pisoteando tres dedos de la niña crucificada, sonriendo apenas, elevando la vista hacía las ramas altas de las palmeras y las monjas que caminan por los pasillos de las primarias.
Algunas se pintan la boca o las cejas en el baño, y se lavan después, sin borrar huellas alarmantes ¿adrede? Pierden flacas, pétreas, de rodilleras derretidas; cabelleras polvosas y caras llenas de cicatrices y fístulas, vacías. Y las acostadas en el piso, abiertas de manos antes la oscuridad zoológica de monjas y compañeras. Pero lo más repugnante no son ellas , no, sino estos engendros, sino esos engendros grandes y pequeños que pululan, roen, saltan , se arratran y gritan por todas partes. Me retuerce el estomago, me lo inflama, parece que reventará: lo palpo y siento temblores, gases que pugnan por salir. Prefiero atender el diseño geométrico de las sombras de los edificios en los patios soleados, intentando marginar la dilatación de la barriga, y la presencia de Julieta, Ángela, Cindy: niñas crucificadas que no podrán incorporarse mientras duren las clases, no importan sus urgencias. Cuando se quedan solas, al final de la tarde, entumidas y con los uniformes llenos de tierra, se levantan: Lázaras. Si no se han desmayado, claro, deshidratadas o neurópatas, con lo que semejante coreografía gane en prestigio lo que de susurro en susurro crece a nivel de callos, excrecencias, taras y complejos imborrables.
Camino hacia la dirección para peerme en una zona deshabitada, pero a medio camino se me abalanza una estúpida que huye. Momento digo, momento. Se apodera de mis piernas, aterrada. Cuáles son las palabras esdrújulas que se acentúan. Escapa para no saber la respuesta / Hay miles de frases espantapájaros: se colocan entre interrogaciones y a otra cosa mariposas.

Nota: Las similitudes se dieron así, inesperadas; Obsesivos días circulares de Gustavo Sainz para aquellos que les gustan las coincidencias.

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