Para aquellos que vociferan que la historia no tiene sentido, que de las comidas no aflora la identidad y más; de esos carentes de sentido común, eso sí, de –mucho- bagaje precoz. He aquí una lista para reconocerles de inmediato:
1. Construyen una idea en base a su disciplina formativa (sí es que ésta existe y lo peor, sí la entienden).
2. Son detractores de todo lo que no tenga que ver con su “formación profesional” (igual, IGNORAN en demasía al resto del mundo y sus enfoques).
3. Son insensibles (no es lo mismo técnica que interpretación).
4. Se alimentan de arquetipos constantemente (sin saber qué significa eso. Son repetitivos hasta el cansancio).
5. Hablan y “discuten” los mismos temas (de no ser así pierden el piso y señalan a todos de ignorantes).
6. Son golosos de aceptación (dicen ser humildes).
7. Tienen gustos e intereses únicos (no compartidos y celosamente atesorados).
8. Se deprimen (lo niegan y prefieren creer que es una resaca moral permanente).
9. No generan conocimiento (por consecuente la experiencia es una fantasía en sus vidas).
10. Tragan globalmente y defecan pretensión.
11. “Leen” (se inspiran y escriben, desastrosamente).
Nota: Nos vemos en cualquier lugar, hasta en el espejo.